eso no cambio-

No me considero alguien extremadamente cariñosa, para nada. Sin embargo, tampoco creo ser una piedra completamente fría; Prefiero decir que soy pesimista a decir que soy optimista, no porque mis comentarios tiren abajo, si no porque siempre me supe como alguien que no le ve el lado lleno al vaso permanentemente.

Y, me encanta el mal humor de la gente, eso sí, no lo discuto bajo ningún punto de vista.

Como toda persona tengo mis bajones, pero también así mis momentos de gloria. En realidad, serían mis momentos de idilio, porque si hablamos de gloria, la reconozco como un elemento fundamental para vivir; Si no vivimos con gloria, entonces nada tiene gracia.
A veces pienso que me sale todo mal.
Generalmente es todo derivado del mismo tópico. Entonces caemos en un tabú, del cual me digno escasas veces -aunque hoy en día son cada vez más- a encararlo.

Te lo cuento porque sí, pero hoy no tengo ganas de hablar a fondo. Porque mis ideas caminan en redondeles, nose qué les pinta. Traté de entenderlas en diversas oportunidades, pero no llegamos a ningún acuerdo.

Paréntesis: Pensé que me habías llamado vos, y vos no eras.