eso no cambio-

Es ´feo´lo que voy a decir, pero lo voy a decir igual.
Cuando me muera quiero que se lea en mi entierro o en lo que fuere (todavía no decido si quiero que me entierren porque también es un gasto mensual para mi familia, o si quiero que me cremen, la idea de que me quemen me da un poco de pánico) quiero que se lea el pie de página de este blog. La parte de "El Imperio del Señor Magorium" en la que el Sr. Magorium -Dustin Hoffman- se va. Se muere.
Me parece lo mejor que se puede leer como para una despedida.

Puse feo entre comillas porque en realidad no es feo, hablar de la muerte es algo demasiado natural, hablar de nuestra propia muerte (si es que todavía no nos morimos) no nos tiene que dar rechazo, ni cosa, ni nada. El caso es que siempre hablamos con alguien que nos dice frases que me gustan mucho como ser: 'Ay, la boca se te haga a un lado" o "Dios no te oiga". Pero bueno, a nosotros nos parece lo más natural, por que lo vemos lejano, aunque no lo sea, o tal vez sí lo sea. Cuando somos chiquitos la típica pregunta sobre 'la muerte' es: "Si tuvieras que morirte ahogado, quemado o congelado, ¿Cómo te morirías?".
Yo siempre decía ahogada, es la que más desespera pero creo que la menos dolorosa, salvo que haya un tiburón o un kraken, pero ahí no te morirías ahogado, sino comido por un tiburón o un kraken.

Cuando somos chiquitos vamos de la mano de dos personas (mamá-papá, tía-tío, mamá-tía, etc) también acostumbramos a balancearnos cy saltar un cordón colgado de ambos brazos, y después podemos elegir entre caminar, correr, o arrastrar las rodillas para que luego nos digan: "¡Dale levantate que te caes vos y nos caemos todos!". Era mentira siempre eso, pero bueno ahí nos rescatábamos parece.
(Este último páarrafo no tiene nada que ver con el motivo y objetivo de la entrada pero hoy vi un nene al que, injustamente, la madre, o mejor dicho una de las sogas de la hamaca imaginaria del niño, le decía estas palabras. Me recordó a mi época de hacer eso).