Creo que en algún otro momento de mi vida dije esto; pero que gran capacidad que tenemos nosotros los seres humanos, los que sentimos, para reflejar justamente, nuestros sentimientos.
Esa manía de tener infinitas formas de que lo que nos pasa salga para afuera.
Me voy a concentrar en una que odio, la que- a mi manera de ver las cosas- más duele; estoy hablando de cuando somatizamos.
Pocas veces me pasó pero creo (y no exagero) es la que peor me hace. Quiero decir que cuando algo verdaderamente me pone mal, mi reacción, o la reacción de mi cuerpo es de ésta forma, somatizando.
Para los que me leen y no me entienden, somatizar es cuando tu cuerpo responde por lo que te pasa, cuando estás triste y en lugar de llorar te duele la panza, cuando tu dolor de cabeza no es la migraña de todos los días, es el peor dolor del mes, o del año, porque no solamente es el dolor del cuerpo, es el dolor del alma, que es tan grande y tan fuerte que tu cuerpo es el que te hace darle bola.
Es curioso que a veces nos hagamos tan mal, que nos maltratemos tanto sin darnos cuenta (o peor, dándonos cuenta) y que el dolor valla más allá y no quede solamente en un par de lágrimas cayendo en el teclado.
Siempre pongo el mismo ejemplo y ésta no va a ser la excepción: Nunca -pero nunca- me sangró la nariz, ni aunque me hayan golpeado (y los que me conocen saben bien que me golpeo bastante seguido, soy bastante torpe y no es raro que me pase) es raro, sabiendo que mi hermano tiene ese problema que tienen bastantes y que todavía no entendí bien por qué es, pero les tocas la nariz y les sangra. Creo que es por alguna venita reventada o algo parecido.
Volviendo... Nunca me sangró la naríz, hasta que un día sí. Estaba en la parada del 39 por ir al ateneo y después de que una señora me mire raro y me ofrezca una carilina me mire la remera (para colmo blanca) toda manchada con sangre. El caso es que estaba muy(*), muy, peleada con una amiga por algo que me hacía muy, muy, mal. Cuando lo conté, ahi me dijeron sabiamente "eso se llama somatizar, es cuando el cuerpo te pasa factura por algo". La persona que me lo dijo no era ni es mi amiga pero le creí y le creo hasta hoy, y siempre me acuerdo de esto.
Hoy no me sangra la nariz.
Hoy me duele la panza, mucho. Y casi nunca me duele la panza.
Pero es un dolor distinto. No es ni de hambre ni de "ganas de ir al baño" (como dicen algunas abuelas). Es muy feo y creo, que es de angustia.
Es de cuando te duele algo porque estas pensando en qué hacer, como reaccionar, si sacar o no conclusiones, si sentarte a hablar del tema o hacer la famosa vista gorda, que es fácil pero destructiva. Eso. A los que les pasó, que seguro son muchos -porque muchos somatizamos- saben bien de lo que hablo. Seguro estén asintiendo y diciendo '¡es verdad!'.
Y sino, sepan disculpar y elijan seguir o no leyendo.
Asi que es este dolor fuerte el que no me va a dejar dormir hoy, el que probablemente no me deje tranquila hasta que encuentre una solución que me haga dejar de pensar en lo que estoy pensando. O que encuentre algo con lo que distraerme por un rato.
Lo bueno de escribir es poder DEScribir lo que a uno le pasa, y hoy yo no estoy como para describir. Y aunque estoy tratando, cuando dé la leída final seguramente esto no quede como yo quiero.
Tengo contención, mucha, y lo agradezco. Pero no es lo que necesito, necesito respuestas. Puedo y sé en dónde encontrarlas pero no se si quiero. Y tampoco sé cuál es la manera correcta de buscarlas en el caso que analice hacerlo.
Me gusta cuando pongo misterio y escribo para mi sola, sin decir lo que me pasa. Una recomendación: no hagan conjeturas. No es lo que piensan.
Por mi parte, yo espero no tener razón con las conclusiones que saqué hasta ahora sobre lo que NO dije que me pasa.
Todos alguna vez defendimos lo indefendible con mucha convicción.
Pero peor es cuando las cosas son de una manera y es imposible que sean de otra forma porque las 'pruebas' están en frente nuestro, y aunque queremos no hay chance de pensar en que sea diferente.
Que feo es no entender. Que feo es que de paso cañazo el cuerpo se enoje por que no podemos entender y no nos deje en paz. Y nos haga pensar. Y nos maquinemos. Y no podemos dormir... Hasta que encontremos lo que buscamos, y lo que, simultaneamente, no queremos encontrar.
Eso, para mí, es somatizar. Y eso es lo que me pasa ahora.
(*) En el medio del texto tuve un lapsus y me olvide como se escribía muy, me pasa a veces con algunas palabras. Gracias Toide.
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